Uno de los mayores problemas que está azotando con más fuerza, en los últimos tiempos, en Estados Unidos, es la falta de empresas en el país. No quiere decir con ésto que en América no se creen compañías, de hecho son muchas las autóctonas de este país, pero la realidad es que la gran mayoría no fabrican sus productos en su lugar de origen.
Una relación tirante
Muchos son lo nombres que componen la lista de empresas que pasa por esta situación, sin embargo, en los últimos días ha habido uno que ha destacado sobre el resto, es el caso de Apple. Desde que Donald Trump fuera elegido como Presidente de los Estados Unidos, muchas son las críticas recibidas y otras polémicas que lo rodean a él en particular y a su política en general. Sin embargo, el líder republicano está decidido a cambiar la situación por la que pasan las grandes empresas en el país. Una multinacional como Apple no puede ni debe estar fabricando fuera de las fronteras americanas, o por lo menos, eso piensa Trump. Por este motivo, el Presidente electo no dudó en realizar una llamada telefónica a Tim Cook, actual director ejecutivo de Apple para acercar posturas sobre este tema.
Cook, por su parte fue muy duro en sus palabras, arremetió contra la regulación que existe hoy en Estados Unidos con respecto a la producción en masa de empresas como la suya. Dicha normativa, hace que se haga imposible crear una fábrica de Apple en el país americano. Cook, además, comentó a Trump que para que fuera posible este hecho, tendría que haber un gran recorte de los impuestos y así, empezar a negociar.
Buscando una salida
Parece ser que los impuestos que pagan las multinacionales como Apple en Estados Unidos roza cantidades desorbitadas, de ahí el descontento de los grandes empresarios que se ven casi “obligados” a salir de la frontera americana para instalar su fábrica de producción.
A pesar de que obtuvo una respuesta rotunda, Donald Trump está dispuesto a estudiar lo que le ha planteado Cook y tiene como objetivo que Apple termine por construir una gran planta en Estados Unidos, una o varias, apuntilló el Presidente electo. Apple, por su parte, muestra su descontento ante esta situación, aunque tampoco le influye demasiado pues están satisfechos con dar trabajo a muchos estadounidenses en las áreas de ingeniería o soporte técnico y no en el ensamblando de teléfonos, tablets u ordenadores.
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