La búsqueda de incentivos para los empleados se ha transformado en una de las principales preocupaciones para las empresas que quieren mimar a su equipo. Se mejora sus condiciones de trabajo y se les permiten crear una mejor relación entre la vida laboral y la personal, e incluso se gamifica para que su experiencia en el trabajo sea más satisfactoria (algo de lo cual ya hemos hablado con anterioridad). ¿Pero qué más podemos hacer por ellos? La fórmula "sin intereses" es otra de las opciones que está comenzando a tener interés. ¿Pero de qué trata?
Empleados comprometidos
Lo primero que necesita una empresa para que la fórmula de la ausencia de intereses funcione es que sus empleados estén comprometidos con la misma. De nada servirá que seamos una gran compañía que fabrica televisiones si nuestros propios empleados no creen que nuestras televisiones sean las mejores del mercado. Por eso lo primero que se debe hacer es trabajar para lograr ese compromiso y fidelidad. Una vez logrado sí nos encontramos ante un buen punto de apoyo que implicará que podremos comenzar a trabajar de forma concienzuda en la expansión de esta fórmula que ayudará mucho a nuestro equipo.
Sin intereses para todo
Seguimos con el ejemplo de las televisiones. Nuestros empleados son usuarios de este tipo de equipo y sabemos que cada vez se requieren televisiones más grandes y de mayor capacidad visual. Eso tiene un coste, uno que es demasiado alto como para pagarlo al contado. Bajo esta situación tenemos que pensar que debe salir de nosotros mismos el facilitar a nuestros empleados al máximo que puedan disfrutar en sus casas de los productos en los que ellos mismos trabajan. Esto evitará que tengan que ir a una tienda a comprar algo que ha nacido gracias a ellos y aumentará el compromiso del trabajador con su puesto de trabajo.
¿Pero cómo hacerlo? La fórmula sin intereses implica que nuestros empleados puedan fraccionar los pagos de la televisión en cuestión sin pagar ningún tipo de interés. La empresa está ahorrándose la comisión que implica el pago de la pantalla cuando llega a un distribuidor (la tienda), por lo que hay un margen importante que se puede derivar hacia otros aspectos. Por otro lado, también hay que proporcionar a los empleados un buen descuento y todas las facilidades de financiación que sea posible introducir.
Financiación propia
Algo que muchas empresas han comenzado a hacer, sobre todo a la vista de lo complicado que está el sector financiero, es introducir una financiación flexible. Es decir, que se trata de un aplazamiento que queda vinculado a la nómina del trabajador y que no pasa previamente por los procesos de aprobación de una entidad que compruebe el estado de cada individuo en los organismos de deuda. En el contrato de fraccionado se establecen unas bases para que quede constancia de cómo se tramitará el pago de las mensualidades si el empleado abandona la empresa, mientras que en el resto de los casos la fracción se reduce directamente de su sueldo.
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