Aumentar la productividad no es fácil en ninguna empresa. Estudios han confirmado que existen una serie de factores a tener en cuenta para lograrlo, tanto algunos que se deben fomentar como los que hay que reducir. Y uno de los que se ha puesto en el punto de mira de las empresas ha sido el envío de emails entre compañeros de oficina. ¿Se debe permitir o es algo negativo?
Evitar la obsesión
El principal problema de los empleados respecto al correo electrónico es si llegan a desarrollar un comportamiento obsesivo respecto a su comprobación. Hay trabajadores que tienen el hábito de comprobar si han recibido correo nuevo cada 5 minutos. Eso significa que cada cinco minutos interrumpen el trabajo que estuvieran haciendo para ver si tienen algún correo. Si no tienen correo, vuelven a su faena, pero si lo tienen, pierden aún más tiempo debido a que se ocupan de responder los mensajes.
Los usuarios que tienen la gestión de comunicaciones entre sus labores quedan al margen de este debate, puesto que el email es una de sus herramientas principales. Para los demás, la comprobación obsesiva del correo sí que puede ser un gran problema. Que se lleven a cabo cadenas de correos entre compañeros y que estas no se detengan durante horas puede significar que estos empleados están perdiendo horas de tiempo productivo en no hacer las labores que se les han encargado. Para una empresa, puede ser un punto de inflexión desde el cual plantearse si modificar la manera de trabajar en la oficina.
Cuidado con este hábito
Los expertos recomiendan que se lleven a cabo varias acciones que puedan ayudar a los empleados a ser más productivos. Por ejemplo, sistemas de aviso que recuerden a los empleados las veces que han comprobado el correo en un periodo de tiempo reducido. También se contempla el prohibir el intercambio de correo entre compañeros de una oficina, tanto para aumentar la productividad como para fomentar el contacto en vivo. Si un compañero tiene algo que decirle a otro puede levantarse de su silla y visitarle, siempre y cuando se trate de algo relevante para el trabajo que están realizando.
Y en última opción, como método alternativo, las empresas pueden cambiar sus métodos de trabajo, pasando a adoptar un modelo bajo objetivos para que los empleados sean conscientes de que tienen que concentrarse más en sus acciones. Cualquier opción puede ser eficiente para luchar contra la obsesión por el correo electrónico que cada vez se produce en más empresas.
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