¿Quieres
emprender? ¿tienes una idea de negocio fabulosa?,
perfecto. Perfecto. Bien, la idea es atractiva, tiene un potencial,
de acuerdo. Pero, ¿y tú como emprendedor? eres igual de
atractivo. No, no nos referimos a nada físico, nos referimos a ser
atractivo desde el punto de vista comercial, profesional, humano...
La
confianza en los negocios, como en las personas, se mide con
la vara de medir de las emociones, está sometida a variables
emocionales a las que no se les suele prestar mucha atención. Por
desgracia.
Intentemos
razonar sobre este asunto. Una pregunta básica. ¿Te resulta
interesante todo el mundo?, por supuesto que hay personas que lo son
más que otras. En nuestra naturaleza está la clave, somos
selectivos, no podemos ofrecer la misma atención a todo y a todos
por igual.
La
clave de nuestra empatía, nuestra necesidad de estar cerca de lo que
nos gusta consiste en seleccionar. No hay tiempo para todo, ni para
todos. De modo que prestamos atención a lo que nos gusta y menos o
nada a lo que no nos llega.
Selectividad
Si
hay la gente es selectiva, si somos selectivos, no hay que
preocuparse, no representa una desventaja para los que empiezan en
los negocios. Todo lo contrario puede ser incluso una ventaja. Te
explicamos cómo aprovecharte de esa necesidad de ser selectivo, en
un solo consejo, único... y selectivo:
-
Consejo número 1 y único para generar atracción natural.
Identifica qué es lo que hace atractivos a ciertas personas,
empresas, instituciones o personalidades clave. Estudia porqué es
así y añade esos atributos a tu persona, a tu startup.
Pero
algo importante, con naturalidad, sin forzar nada. Puede ser
habilidad una atracción natural
basada en la buena comunicación, que ya sabrás que se puede
entrenar, o desarrollar prácticas sociales que alientan las
interacciones, todo es ver y comparar, y asimilar lo mejor, por
supuesto. Un secreto revelado. La atracción natural se educa y, si
hace falta, se copia
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