Uno de las metas del emprendedor, quizás la más importante, es encontrar un puesto de trabajo, un modo de desarrollarse profesionalmente y obtener ingresos, o lo que es lo mismo: encontrar el trabajo perfecto. Pero ¿existe el trabajo perfecto? No te quepa duda, la respuesta es sí. Lo que hay que tener muy claro es qué te gusta y dónde puedes desarrollar mejor tus aspiraciones personales y profesionales. Conocerte a ti mismo y el tipo de candidato que eres te llevará a emprender el empleo ideal. Sin olvidar que a fin de cuentas es un trabajo. Hay un refrán que dice: “hasta de jamón se harta el pobre”. Puedes pensar que no viene a cuento, sin embargo, piensa. Qué te parecería tener como trabajo cuidar de una isla paradisíaca o probar videojuegos. Apetece ¿verdad? Pues puede que sea tu trabajo ideal, o puede que no. Todo depende de si con él te sientes realizado, lo que puedes conseguir emprendiendo tu propia idea de negocio. Un trabajo adaptado a tus características y a tu perfil de candidato.
El trabajo perfecto responde a cada momento de la vida. Quizás en la juventud no te importaría tener un trabajo en que la única ocupación sea exponer en un blog tus experiencias en una isla perfecta de Australia. Pero como decía “hasta de jamón se harta el pobre”. El trabajo perfecto lo encuentra quien tiene claro lo que quiere en cada momento de su vida. De nada vale lanzar currículos como el que reparte cartas de una baraja. El mejor empleo será el que te guste y satisfaga tus necesidades profesionales. Piensa que ahí pasarás un tercio de tu vida. Por eso es importante sentirse valioso, que aportas algo. Una cuestión en la que se empeñan muchos responsables de recursos humanos de las empresas, quienes fomentan la motivación de los empleados, lo que repercute en una mejora de la productividad.
El empleo ideal parte de una labor de autoconocimiento, la explotación del talento de cada cual. Este trabajo ideal debe cumplir con varias características: salario, compensación, descanso, responsabilidades y buen clima. El cóctel que puedes crear emprendiendo tu propia idea de negocio. Donde eres tu propio jefe, el responsable, tu salario depende de tus esfuerzos, que se compensan con la satisfacción de tus clientes, puedes crearte tus propios planes de descanso y tienes el mando del buen clima.
